Mejor fui por una ducha, necesitaba bajar los humos y despejar aunque sea un poco mi mente.
Gracias. Gracias por darme lo que anhelaba y un poco más. Me encantaría vivir abrazada en tu regazo.
Extraño dormir a tu lado, pero mañana cuando el alcohol se pase completamente quizás sea como que no ha sucedido nada y debo esperar otra vez cada noche a ver si apareces en mi privado. A ver si te regalo más sonrisas.
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