Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

martes, 26 de diciembre de 2017

Dicen que esto es parte de vivir que es una experiencia y la vida sigue.

La vida sigue pero a mi me sigue gustando que esto jamás hubiese pasado.

Me sigue gustando la idea de no haberme perdido, de no sentir que le pertenezco a alguien que sonríe abiertamente por otra persona.

Es absurdo,  es banal, es dramático, pero no logro ser racional, no logro sentirme racional cuando vienes a mi cabeza.

Tuve dos días increíbles en los que por fin dormí y por fin no pensé en ti, dos días en los que no me sentí vacía, dos días en los que quise avanzar, dos días en los que me quise otra vez y ha sido la sensación de paz más hermosa que he tenido en meses.

Sensación que estoy intentando retener pero se me está yendo como agua entre los dedos.

No logro pensar en ti como una experiencia,  no logro pensarte como algo que tenía que vivir, no logro borrarte de mi piel,  no logro cambiar la visión de ti en mi pecho, no logro dejarte ir de esta garganta que vive ahogada en terremotos.

En parte estoy feliz, porque al menos no estás en este hoyo como yo, pero cada vez vuelvo a ser más y más egoísta a repetirme una y otra vez que no importa lo que pase, no vas a volver, no importa lo que pase,  siempre me sentiré tuya y eso es peor que cualquier cosa que haya experimentado porque todo está en mi mente y no me siento mía,  cuando lo primero que me enseñó mi querida comunista es que soy mía y perder eso ha sido lo más dificultoso de asimilar, tampoco sé como recogerme, tampoco sé como recuperarme. Sólo me toca vivir en este limbo hasta que por fin tenga mi propia salida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario