Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

jueves, 30 de marzo de 2017

Por ti

Te extraño,  tengo impotencia, que lindo se ve el bolígrafo a la luz de la vela, se ve casi romántico, puedo escribirte felizmente de esta manera, sólo se escucha al fondo la planta eléctrica de Cantv y tú número sigue sin poder ser marcado.

El cielo no tiene estrellas,  debo contarte, está nublado,  es un curioso color.. como gris plomo pero azulado, hay un poco de niebla en la copa de las montañas, hace una brisa gélida deliciosa, quisiera que estuvieras acá y la sintieras en tu cuerpo desnudo, que disfrutaras a mi lado la noche y el silencio casi sepulcral,  quizás con ti tranquila música favorita qie quisiera convertir en el vicio de mis oídos. 

Me sorprendió que quieras cantarme y luego insultarme, es casi increíble la manera en que logras darme todos estos impulsos, como logras dejarme un golpazo enorme en el corazón de emoción cuando me cantas a pesar de que a mis oídos no les gusta tanto (Ríete) y cómo a mi vientre le da un vuelco cuando tu apodo favorito sale de tu boca, cómo acaricias la palabra con tus labios, con tanta fuerza y locura la adornas de infamias, casi es una locura auditiva.  Mi cuerpo reconoce tus ondas aunque no sean directas, seducen mis poros, mi espalda, mis brazos, mis piernas..

Justi ahora ha llegado la luz, te dormiste y me explota el corazón, quiero que me hables, que bajito susurres tus pensamientos y duermas en nuestra postura acostumbrada.  Quiero cuidar tus sueños, darte de vez en cuando pequeños besos en la frente, acariciar tu espalda suavemente,  sentir tu calor en el mío..

Vine al cuarto, imagino estar a tu lado y hacer todo lo que dije anteriormente mientras escribo con mi mano derecha apoyandome en la cama. Como me enorgullece saber que justo ahora no me respondes porque sabes que me duele y cómo te gusta que me duela, porque me lo merezco, porque te quiero, porque ayer te falté el respeto y pisoteé nuestro vínculo por un momento,  que ahora cada uno de tus "¿Qué? " me desespera, me ahoga, me da un dolor en el pecho enorme y recuerdo los momentos en que te he hecho enojar.. Cada uno de ellos se siente como un cuchillo en mis entrañas,  un cuchillo de sierra, que con cortes desiguales me desgarra por dentro. Me da un poco de Miedo despertarte de nuevo y volver a leer ese "¿Qué" aunque me has exigido que lo haga, no sé si sea lo correcto. 

Estaba escribiendo con una gran sonrisa y ahora he pasado a un ceño fruncido doloroso, pensando en por qué desde hace días quiero escribir y ya no sé si siquiera venga al caso en este momento todos los escenarios que tenía en mente.

Te he imaginado todos estos días en ese bar con olor y color a madera, luces amarillas,  una barra pulcra y descolorida y tú y yo en esa butaca alta, distanciados, a punto de chocar nuestros mundos y dando vuelta a nuestras vidas.  Te veo con tus amigos, platicas tranquilamente con ellos, pero de vez en cuando desvías una mirada penetrante y fugaz hacia mi. No sé que te atrae, no sé por qué y aunque seguramente no eres de esas, te veo pidiéndole al bartender que me de otra cerveza en tu mombre. Llega bastante oportuna,  porque casualmente me he quedado sin dinero, pero aún estoy desconcertada.. es la primera vez que me brindan una cerveza de esa manera. 
En un momento de la nochr decides ir al baño,  al regreso aprovechas que tus amigos están distraídos, te sientas a mi lado y me miras sin decir nada. No soporto los nervios, decido agradecerte por la cervey y me dices "De nada" con ese tono tan característico tuyo, que no deja diferenciar entre la normalidad y la fortaleza que te caracterizan, sonrío sin poderlo evitar, esas dos pequeñas palabras me han causado escalofríos y te has dado cuenta de ello...

Llevo dos días pensando en un encuentro así junto a ti, me desespera un poco que no me hables, pero está bien. En algún momento lo harás, al final de la cuenta eres el vaso de agua que necesito cada vez que me canso, eres el respiro profundo indispensable antes de la represalia. Quizás lo que escribo no es lo que esperas, pero aunque mis palabras no sean las mejor escogidas, mi corazón late en una carrera intentando llegar al tuyo.  Tal vez no sean páginas y páginas enteras de ti, pero cada espacio de la hoja donde escribo con lo que ahora es un bolígrafo común y corriente, porque ya no hay vela que lo avive, es por ti. Mi corazón late tan rápido como tus patas  al quererme atrapar.  Hay gatos maullando amargamente desde hace 15 minutos y estoy segura que es por ti. Se me caen los ojos de sueño por ti, de cariño por ti, de lujuria por ti. 

La ninfomanía se ha convertido casi en mi meta, por ti. Mi vida entera en estos segundos se dedica a ti, me mata, me rompe los esquemas, me revoluciona el corazón y la razón,  me mata la manera en que te empeñas en que te de todo de mi y me cuesta enormemente dejarlo todo, no quiero darte todo de mi.. aunque me alegra saber cuánto interés tienes en desnudarme por fuera y por dentro.

Deseas darme orgásmos a latidos,  me alegra saber que mi sapiosexualidad es alimentada tan fervientemente. Es casi un enigma la manera en que me llevas a estos extremos y los rebasas de una manera indiscutible y definitivamente mi tigre se ha vuelto una razón de peso y quiero qur aumente, no que se reduzca. Te quiero el doble o el triple de veces a mi lado.

sábado, 25 de marzo de 2017

Tuya

Furia..
Ese momento rápido e intangible que te ciega, te abraza, te calienta como chimenea en cabaña. Qué deleite ver eso en tus ojos, como te agazapas ante tu presa, la cuadras, la visualizas, la analizas, toda su anatomía es un goce para tus zarpas, tus dientes, tú boca, tú pelaje... Ese infierno animal que destila tu temperatura corporal, es elexir, es vida.

Tu fuerza.. Tu fuerza me cubre, me sume, me vuelve la presa que tantas ganas tienes de devorar, qué extrañeza cómo en vez de correr en sentido contrario, corro hacia ti con un fervor y una emoción que jamás había sentido. Mi dolor se ha convertido en el arma de tu felicidad, de tu goce, de tu placer y tu sonrisa.

Tus leyes se han convertido en mi pan de cada día y por primera vez deseo seguir la ley sin chistar, aunque me contradigo irremediablemente porque también deseo que me impongas tu ley cuando no la siga, porque en estas noches frías y oscuras no ha habido nada que me abrigue más que tu pistola en mi cabeza y tu colmillo en mi yugular, esperando a hacer cumplir la ley en el momento necesario. No dispares, eso es demasiado contundente, seco, directo.. No hay sufrimiento, no hay aprendizaje en ello, muérdeme, desgárrame, desgangrame, cómeme, hazme tuya en tus pensamientos, actos y emociones. 

Cuando estés fuera piensame que yo te pensaré el doble, te extrañaré, querré sentir tus entrañas en las mías. 

Mi pecho se oprime al pensar quien te puede mirar más de la cuenta, quién te querrá para si mientras te espero sentada escribiendo como ordenaste, con quién comes, qué hablas, qué tomas, a qué hora volverás. Me da curiosidad todo lo que haces, lo que no y por qué. Toda tú te has convertido en mi mayor curiosidad y como me absorve y me obsesiona.. Quiero saber.

Quiero saber cuándo cambia tu cielo de color y por qué, quiero saber cuándo regresas, quiero saber por qué mi temperatura sube como la espuma cuando mi cuerpo te recuerda, mi visión se pierde, mi pensamiento te siente, es una locura el cómo mi cuello se estremece y me eriza la piel el recuerdo de tu existencia, mi cuerpo quiere seducirte. 

Mi cuerpo quiere hacerte feliz, quiere volar en constelaciones y brillar como mil soles.
Mi cuerpo quiere ser libre al oprimirse por el tuyo.

jueves, 23 de marzo de 2017

Duele, Arde.

Sé por qué hoy más que antes, tenerte debajo de mi, saber, ver tu expresión completamente fuera de ti, por qué duele tanto, me está desgarrando, el cuarto da vueltas, muévete. 

Qué es esto, mi corazón se desboca como un caballo, me suda el alma, crezco como pez globo cuando te siento, este fuego es volcán, es sol, me desespera, me nubla, voy a explotar. El dolor se desgreña en pequeñas hebras y pasa como aire en los pulmones, Amo este dolor como Da Vinci a María. Me rozas y mi mundo explota, ese círculo de luna llena que destruyes como galleta, me desespera. Tú olor a transpiración, como duele, como me encanta la manera en que disfrutas de tus placeres a mi costa, como me encanta complacerte. Tú vida, tú placer, tú sonrisa las prefiero a cualquier costo, sentir tu respiración me vuelca, Einstein se olvidó de la dimensión que se llena de hebras que respiramos, esas hebras que inhalas como el olor de mi piel. te llenan, te exaltan, te dan poder, tienes poder, cómo de tu cuerpo dependo, me vuelvo servil, dócil, me vuelvo todo y nada te apoderas de mi, me destrozas y me armas cada vez como si fuese tu juguete de media noche, me humedeces, me secas, me cortas, me me ensucias, me limpias, todo es poder. Siento el cuerpo completo como un gran músculo, palpita, palpita sin cesar ni seder al tiempo, fuerte. Tú piel me roza, que grato es, me siento agradecida, dichosa, casi privilegiada de tu cuerpo dedicándose al mío, que te concentres más que la estatua del pensador y me destruyas como el granito que lo formó, me encanta que haya ese poder tan brillante dentro de mi, alrededor de mi, pillándome y atrapándome.

Que me encanta tu existencia como a Newton le encantó la manzana y puedes hacerme caer tanto como sus leyes. Me tienes, me enloqueces, me rompes; mis lágrimas se resbalan, no sé qué es, ¿Agua dulce? ¿Agua salada?, no lo sé, pero sonrío y me relajo, intento no pensar en cuanto me desgarra, qué desesperación, qué confusión, siento que exploto, que muero, por un segundo no existe nada, todo es negro, opresivo, sin aire...

Terremoto, mi cuerpo descontrolado y teniendo la dicha de ser tocado y admirado por tus ojos y tus manos. Duele, mis lágrimas se siguen colmando, creo que es agua dulce. No estoy segura de si te quiero o te odio, de si es frío o es calor, de si es ácido o amargo, siento que las aguas no se irán, que puede la represa desbordar, recuerdo.. La luna ya no existe, ni el cielo, soy el único planeta alrededor de ti, flotando en el manto oscuro, en la nada esperando que tu gravedad me magnetice, que me fundas, que me destruyas. Superaste hace tiempo la meta de Bryant en la canasta y muero un poco cuando insertas otra, muero y revivo como Lebron en cada partido, te mueves con tanta destreza como Curry y me dejas tan fría como él cuando se desliza. 

Me destruyes y me subastas al mejor postor de tus ganas y no sabes cuánto me mata.

lunes, 13 de marzo de 2017

Este día tan extraño

No sé qué sucede este día tan extraño. Todo es tan diferente,  tan grande. De nuevo quiero entender por qué el cuerpo tiene tantos límites, límites que la mente no puede franquear. No entiendo de donde sale esta opresión en el pecho tan fuerte, ¿es que todo lo bonito lo tienes que pisotear?, ¿Cómo es que una noche tan perfecta pasó a ser tan terrorífica, tan dolorosa, tan ahogante? Me ahogo pensando en desastres, en tu molestia, en mi poco autocontrol. Me duele cada vez que imagino cuan molestas estás por mis constantes acciones, cómo es que altibajos tan grandes pueden rondarse de manera tan intensa. Me desespero, me ahogo. A penas puedo manetener la respiración, tengo ganas de gritar, tengo ganas de llorar. Siento que soy un huracán que al paso destruyo. Cuando creo que está bien todo sólo estoy en el ojo,  esperando la menor brisa para moverme y arrasar con todo. Me duele, cada perdón me desgarra, me mutila. Cada vez que siento tu molestia o tu dolor yo me vuelvo dolor entero, me autoflagelo, me mutilo, me oprimo. Siento que mi garganta estallará con ese nudo. Siento que nunca más tendré voz, que no volveré a hablar.  Me mareo intentando respirar, si cierro los ojos sólo imagino tu cara de desaprobación,   mi estómago se revuelve. Mi tos desapareció, cada vez que me pica la garganta y hago intentos de toser sólo quiero gritar desesperadamente. Cada minuto de espera es monumentalmente desagarrador, me pica, pero no quiero gritar. No me dejes gritar. No me dejes.Me pican las manos, me duelen, me tiemblan, ya las lágrimas salen solas, me estoy desgarrando la garganta, mi cuerpo está cansado pero ahora es incapaz de dejarse llevar, necesito algo más,  mi estómago está lleno de azufre. Me duele. Me duele hasta el fondo.
Yo... Siento tanto que no entiendo que sucede este día tan extraño.