Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

domingo, 31 de diciembre de 2017

Despertar varias veces y darme cuenta que estás, ha sido una de las experiencias más extrañas que he tenido jamás contigo.

Escucharte respirar y pensar que esto sólo una vez ha pasado y es tan extraño repetir la experiencia.

Ha sido una madrugada que sólo puede estar en mi memoria, que ya está atrás y que no debo nombrar. Sólo sé que joder, cómo extrañaba esas sensaciones.

Ha sido una madrugada sin igual. Un fin de año extraño.

sábado, 30 de diciembre de 2017

Me dijo

Toma mi mano, me dijo.

No te dejaré en esas oscuras noches, me dijo.

Vamos a hablar tonterías sobre el espacio y las estrellas mientras la noche pasa y el día llega, me dijo.

Te tomaria entre mis brazos para que tus demonios no te atacaran, me dijo.

Toma mi hombro y llora, toma mis oídos y habla, me dijo.

Déjame ayudarte, porque eres tan increíble que no puedo dejarte después de todo lo que me has contado,  me dijo.

Por primera vez, alguien entendió.
Por primera vez, no me sentí sola desde que no estás.
Aunque igual la oscuridad no se va.

martes, 26 de diciembre de 2017

Dicen que esto es parte de vivir que es una experiencia y la vida sigue.

La vida sigue pero a mi me sigue gustando que esto jamás hubiese pasado.

Me sigue gustando la idea de no haberme perdido, de no sentir que le pertenezco a alguien que sonríe abiertamente por otra persona.

Es absurdo,  es banal, es dramático, pero no logro ser racional, no logro sentirme racional cuando vienes a mi cabeza.

Tuve dos días increíbles en los que por fin dormí y por fin no pensé en ti, dos días en los que no me sentí vacía, dos días en los que quise avanzar, dos días en los que me quise otra vez y ha sido la sensación de paz más hermosa que he tenido en meses.

Sensación que estoy intentando retener pero se me está yendo como agua entre los dedos.

No logro pensar en ti como una experiencia,  no logro pensarte como algo que tenía que vivir, no logro borrarte de mi piel,  no logro cambiar la visión de ti en mi pecho, no logro dejarte ir de esta garganta que vive ahogada en terremotos.

En parte estoy feliz, porque al menos no estás en este hoyo como yo, pero cada vez vuelvo a ser más y más egoísta a repetirme una y otra vez que no importa lo que pase, no vas a volver, no importa lo que pase,  siempre me sentiré tuya y eso es peor que cualquier cosa que haya experimentado porque todo está en mi mente y no me siento mía,  cuando lo primero que me enseñó mi querida comunista es que soy mía y perder eso ha sido lo más dificultoso de asimilar, tampoco sé como recogerme, tampoco sé como recuperarme. Sólo me toca vivir en este limbo hasta que por fin tenga mi propia salida.

sábado, 23 de diciembre de 2017

jueves, 21 de diciembre de 2017

Sus palabras rondan mi cabeza una y otra vez.

Me generan tanto amor y a la vez tanto vacío.

No sé.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Toco la cama.

Nicolás...

Tengo sueño,  Nicolás, pero toco la cama y no puedo dormir.

Toco la cama y siento que el mundo se me cae encima.

Toco la cama y mi sueño se espabila.

Toco la cama y mi pecho se aprisiona.

Toco la cama y la desesperación es tanta que debo levantarme de nuevo.

Me siento en un círculo vicioso, Nicolás.

19 de Diciembre

Al incio me sentí sin gravedad, me sentí flotar, pero con esa sensación de agua hasta el cuello, creí que me ahogaría de nuevo.

Comencé a respirar conforme caminaba, cerré los ojos, me obligué a escuchar. Si no afronto esto ahora. ¿Cuándo?

Seguí sintiendo el aire, la suavidad y el ritmo pasar por mis entrañas, trago fuerte, sigo caminando al ritmo, cada vez más acompasado mi caminar con tu latir.

De repente, después de relajarme un poco mientras sigo el ritmo, entra a escena un sonido, la voz de una mujer y un coro que me acompañó muchas noches, sonrío y comienzo a cantar.

Entonces un terremoto me mueve el alma y mi canción favorita hace el comienzo del final, detengo mi caminar.

Intento respirar profundo,  algo me lo impide, mi estómago se vuelca otra vez, sonrío como puedo.

Enfrenta, me dije. Queda tan sólo un minuto,  no te arruines.

Llego al final, miro el techo y pienso.
¿Quién soy? ¿Dónde estoy?

Sé que piso tierra y nada más, entonces llega un estruendo de la notificación de un mensaje que me saca del trance.
¿Me odia? ¿Y a mi qué me importa? Demasiado qué pensar para enfrascarme en dramas injustificados.

Me enfoco de nuevo, intento volver a respirar, me siento, el aire pega en mi rostro demasiado alterado para fingir normalidad. No me importa nada en este momento. En este momento sólo me importa que se ha encontrado, más de lo que imaginaba, es lo que siempre quise. Estoy feliz en la muerte y el vacío.

Estoy ciega, anestesiada y hay réplicas en mi garganta. No entiendo nada. No quiero entenderlo tampoco, tengo la sensación de tener demasiado en la cabeza y a la vez nada.

martes, 19 de diciembre de 2017

Te amo.

No tengo más palabras.
4:42am

Aún no logro dormir nada,  intenté colocar su lista de reproducción para dormir y es tal el nudo que se arma en mi estómago,  que no pude.

Otra noche más de Stephen Fry.
Esta madrugada encontré un escrito que me llegó al alma. Un escrito que bo es mío pero que sentí en toda regla que soy yo y no quiero perderlo.

Y aquí está.

"Próximo desvío


Noviembre empieza a beberse todos los vacíos que dejas,
me avisa de que a pesar de sentirme en tu vida,
tú no supiste encontrarme.
Que todo ese horizonte que vemos mas allá del fin del camino,
no es el mismo para las dos.
Tu lo sabes tanto como yo,
solo que yo no quiero saberlo,
y agacho la mirada.
Y tu te haces la loca,
porque te gusta ser eso en lo que te has convertido desde que estás conmigo.
Por eso amor, déjame decirte que puedes irte en el siguiente desvío."
Esto me consume. Me mata. Me duele en alma pero no hay más.  No podemos seguir así,  no cuando ella tiene su felicidad en otra parte. No cuando su felicidad no soy yo. Ella es mi felicidad, Nicolás.

Y hoy la sentí como hace meses no la sentía,  me muero por estar en su cama, por estar en sus brazos, por besarla y amarla, pero ella tomó una decisión y ya es hora de acatar su último mandato en mi vida. Su última ley, su última fuerza. Su última palabra.

No va a volver, no vamos a volver. No hay más y no debe haber más. No al menos que ella decida lo contrario.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Me estresa hablar con gente y darme cuenta que en todas busco algo de ella.

Odio sentir que les hace falta todo,  que nadie le llega a los pies siquiera. (Sonrío para mis adentros con la emoción de imaginarmela diciendo eso).

Ella y su ego. Ese ego que me derrite, me vuelve más aguada que el agua.

No sé qué hacer ya. No hay manera de volver a tenerla conmigo. Sólo es un apartado en mi vida demasiado grande y demasiado presente.
Lo que ella nunca sabrá,  es que desde hace meses, cada vez que me lleva a la cima, mis ojos se desbordan incontrolables porque sé que no habrá más que eso.
Me ronda la cabeza todo lo que sucedió ayer. No sé qué hacer, probablemente sólo me detendrías inmediatamente si hiciera algo.

Cómo deseo abrazarte.
No quiero verte de esa manera. No quiero, me niego.

De todas las formas que quieras, menos de esa.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Ya no sé ser egoísta.
Ya no sé pensar en mi sin pensar en ella. Ya no sé.
No hay nada qué hacer, Nicolás.

La sigo queriendo en mi vida como si no hubiese mañana. Y ella seguirá apartandome de la suya. Ella nunca podrá formar un vínculo conmigo. Nuestro único vínculo es el sexo que no quiere tener.
Ni una amistad, Nicolás.

Ni eso. Es tan doloroso.

Al menos lo intenté y eso cuenta para mi. Igual sé que ella de una manera u otra me sigue apoyando y pues nada. Que sea feliz. Sólo muero porque sea feliz. No quiero ir cuando pasan estas cosas. Cuando pasan estas cosas sólo me quiero hundir.
Intento bajo todos los medios no pensarlo, no asimilar nada. A veces es un poco triste que sólo me busques cuando estás muy aburrida. A veces quisiera compartir contigo simplemente como una buena amistad, reír y hablar tonterías sin sentido,  pero no sucede.

No podemos, la verdad es difícil. Todos los besos que te he dado en tus brazos y tus mejillas, son todos esos besos ahogados, silenciados que me muero por darte en la boca.

¿Qué hago, Nicolás?  No me queda más que hundirme en mis libros y tratar de no pensarla.
A veces no quiero que siga disparandose. No quiero verla esfumarse tan aprisa, a veces quiero que se quede más.  A veces quiero amarla más, darle caricias y pedirle que escuche música conmigo a su lado, aunque no la quiera compartir, muero por mirarla a los ojos una y otra vez.

Por qué no fluimos, no lo entiendo.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Suspiro, te veo, vuelvo a suspirar.

Estoy llena de aire, estoy llena de cosas que no tengo.

Estoy llena de nicotina y de recuerdos.

viernes, 15 de diciembre de 2017

¿Sabes qué acabo de recordar?

Cuando le decía amor y me lo repetía. Era algo tan dulce, tan íntimo,  tan nuestro.

Creo que sentir lo que siento no es malo, creo que sólo soy esclava de sus palabras, soy esclava de sus lluvias y de sus ocasos.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Ella es tan linda. No sé,  no hallo maneras, no hallo formas de no pensarla. Vivo con ello y aunque me genera ansiedad al menos puedo consumirla con trabajo y algo más.
El corazón me bombea. Me bombea mucho, Nicolás.

Este sábado tengo una boda muy importante. Me encantaría verme tomada de su brazo mientras disfrutamos la buena música de la fiesta de alguien con muy buen oído musical.

Quisiera hablarle más, pero siento que esta noche no quiere hablar y no la quiero incomodar.

martes, 12 de diciembre de 2017

Sonrío tanto, pero tanto.

No tengo ni la menor idea de cómo controlar esto Nicolás.

lunes, 11 de diciembre de 2017

7:54pm

Suspiro como puedo con mi nariz vuelta nada.

Te pienso, dormí por la tarde, estaba muy cansada, a penas dormí algo y cómo me hubiese gustado decirte que vinieras conmigo a descansar, ya es un día nuevo.

Tengo hambre,  frío y cansancio.

De nuevo no tengo nada qué hacer, en parte me frustra un poco no estar sola en casa, no me siento en libertad. Quisiera haber salido hoy, pero con este cansancio y este malestar no lo hubiese disfrutado.

Hubiese disfrutado más un chocolate caliente y una película. Hubiese disfrutado más compartir contigo.

Me duele la cabeza y estoy cansada, creo que estás dormida ahora, no quisiera perturbarte. Quizás estás estudiando y tampoco quiero hacerlo. Me quedo tranquila y me intento dormir de nuevo. Ya más tarde todos dormirán, será como estar sola y podré estar tranquila.

Aún nada hablo con mi mejor amiga, no me provoca ya contarle nada. No así.
Despierto sin una gota de sudor. Despierto relajada y un poco adormilada.

Despierto y mi corazón de otro vuelco,  estoy sobre ti, estás dentro de mi. Te abrazo y tienes cara de paz a pesar de ello.

Anoche fue otro universo, estabas tan hermosa, estabas tan feliz, anoche no importaba nada. Quise decirte que te amaba, no quería que amaneciera y todo el encanto acabara.

Anoche volaste conmigo, anoche fuimos canción,  anoche me dejaste otro hijo en el corazón. Suena masoquista y es que bueno.. Lo soy, soy masoquista y hay un Tigre que es feliz aprovechando ese detalle que lo desata y lo hace sentir felizmente salvaje. Anoche me sentí tuya otra vez, quise decirte de nuevo que soy tuya aunque ya no me quieras tuya. Y mi corazón se arrugó muy fuerte creyendo que ya todo había acabado y que volvíamos a la normalidad tan rápido.  Luego me embestiste y me partiste el útero como si no hubiese mañana y ya no pude pensar, sólo sentía mi cuerpo entero quejarse, morirse, revivir y consumirse en cada uno de tus movimientos. 

Al agarrar mis manos sentí como mi garganta quería demostrar lo que hacías,  la detuve, detuve todo eso que podía amenazar con romper tan preciado momento y entonces te volviste una fiera, una fiera total y me tragaste, te desbordaste de placer y me tragaste en tu ferocidad, me volví nada, suspiré algunas veces, no quería abrir mis ojos, quería sentir todo lo que estaba sucediendo sentirlo sin perderme de nada, tus manos,  King, tu piel hirviendo contra la mía y poco a poco nos derretimos hasta que tu muela le ganó terreno a nuestra danza.

Entonces me diste dos mandatos y mi corazón se hizo tan grande que no cabía. 

No puedo estar con nadie más,  no puedo hacerle caso a nadie más,  no puedo ser yo con nadie más. Tal vez mi vida entera se reduzca a este sexo ocasional,  tal vez conozca otro alguien a quien también pueda amar, aunque lo dudo, pero todo puede suceder. Sin embargo,  hay cosas de mi que aunque ella ya ni quiera, son suyas. Mi voluntad,  mis ganas de hacer todo lo que me pida, mis ganas de abrazarla, de sentirla, de amarla. Son todas suyas. Estoy enfocada,  no estoy perdida, solo sé que mi realidad es esta así como la de ella es otra realidad mucho más distinta. 

Me relajo, respiro profundo sintiendo tu olor pasar y vuelvo a conciliar el sueño sabiendo que la próxima vez que abra los ojos ya no estarás.  

domingo, 10 de diciembre de 2017

Te veo con ese nick y mi corazón y mi estómago dan un vuelco enorme.

Quisiera decirte que te amo, quisiera abrazarte y pasar el día acostada en la cama viendo por la ventana el tiempo pasar a tu lado.

Hay tantas cosas que quiero y no puedo tener.

sábado, 9 de diciembre de 2017

9:40am.

Despierto con mucho calor y sudando,  recuerdo que ya no hay nada, que ya tomaste una decisión y mi corazón se entristece,  se arruga como un pequeño papel.

Te conozco lo suficiente para sabee que no cambiarás tu decisión no importa nada de lo que yo diga.

Me duele el corazón, Nicolás.
He borrado el pasado, Nicolás.

Me siento un poco vacía y sin sentido. Me siento perdida.

Pero ya no importa mucho el cómo me sienta. Ya no hay nada más que dar o recibir, explicar o suprimir.

Sólo quedan días que no presto atención a vivir. Eso queda.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Ahora es más doloroso que antes, porque ahora voy en Agosto, Nicolás.

Ahora es más doloroso porque a partir de ese mes ni se me ocurría pensar que mi vida con ella aún estaba perfecta.

De ahí para atrás mi vida y su amor no estaban corrompidos con toda esta basura. Eramos tan hermosas.  Me duele.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Querido Nicolás.

Me sigue haciendo feliz hablarle. Quizás era lo mejor.
Es doloroso saber que sí cerraste la puerta. Intento no leer mientras borro, pero es difícil cuando tu celular es muy viejo para poder borrar una conversación que tiene 8 meses o más.
Me acerco a la fecha en que destruí todo.

Aún se me hace un nudo en el estómago,  luego vendrá lo más bonito. Lo que no quisiera borrar,  pero debo si quiero avanzar de verdad.
Es curioso, Nicolás.

Quisiera todo con ella, pero desde que me dejó claro que no obtendré nada de lo que quisiera, estoy en paz.

Lloré 5 minutos, comencé a borrar la historia y aún lo hago, pero ella me manda, ella me toma, me mira y simplemente disfruto,  sin pensar en nada por fin, porque no hay nada qué pensar. No hay nada más qué pensar, no hay esperanzas que guardar. Sólo disfruto los momentos con quien debo amar ahora en silencio.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

La última vez que me hiciste el amor. Aquél 30 de septiembre supe que era una despedida y no lo quise admitir
Poco a poco voy borrando tus recuerdos para comenzar a curarme.

Poco a poco. Día a día.  Paso a paso.
Negro. Negro. Profundo. Desesperado. Horrible. Insoportable.  Demasiado doloroso. Demasiado real. Pero la verdad.
3:30am.
De nuevo sin poder dormir.

Miro la ventana, de nuevo un cigarro en la mano. Quisiera que estuvieses aquí, la lluvia cae y el fresco es suave.

Quiero un pozo lleno de nosotras volando por ahí.

En la madrugada me habló una extraña que sólo me ha comentado que se dedica a ella y que es feliz. No he entendido por qué decidió decirme eso sólo por preguntar algo simple.

Pero lo dijo y sonreí,  sonreí porque algunas palabras me recordaron que pareciera que tú estás en el mismo estado y eso me emociona.

Me emociona saber que estás bien,  que descansas seguro más que yo, incluso que estás feliz.

Hace unos días me preguntaste "¿Era feliz?" Ahora me pregunto ¿Soy feliz?. Creo que sólo soy feliz cuando obtengo esas palabras tuyas, cuando estás esos minutos conmigo. De lo contrario sólo estoy bien y es que bueno.. No se puede tener todo en esta vida.

Siempre me he imaginado cómo sería compartir el mismo espacio contigo, a veces me pregunto si realmente me dejarías,  pareciera que de alguna forma todo lo que me gustaría tener,  separado o en conjunto algo lo impide.

Recuerdo que me comentabas de esta chica que conociste que te llamaba. No pude evitar comentar "Me parece injusto que ella pueda llamarte y yo no, pero bueno" y respondiste "Pensé igual y luego pensé que no me importa" y sí la verdad es que no te importa y a estas alturas a mi tampoco, no me importa porque de qué me sirve que no quieras atender o peor aún que lo hagas por obligación. Sería más injusto eso.

No tengo una libertad ni una mejor vida, pero tengo lo que siento y un poco más que eso. Quizás en un futuro sea feliz cada día, cada inhalación, cada paso, cada palpitar.

Siempre hay alguien que pasa por tu vida y deja un tatuaje, una cicatriz, una marca que te revuelve los simientos.

Siempre creí que esa persona había sido otra, que hace años me hizo vivir tantas cosas. Hoy sé que eso no fue nada, que lo que vivo y viví de ti es algo que llevaré siempre, que no vale la pena esperar a que esto se me pase, porque no pasará,  mi cuerpo entero está marcado con King, con la lluvia, con los te amos,  con la brisa, con la luna, con tu mirada y un te amo que no quieres sacar de tu boca.

Estoy llena, llena hasta el alma de ti.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Me pregunto en qué momento comencé a escribir tanto.

Recuerdo estar contigo, recuerdo que a veces escribía,  a veces me lo pedías, cuando pasaba mucho tiempo incluso me obligabas.

Ahora me cuesta dejar de escribir,  escribo y escribo aunque sean sólo pensamientos, algunos sin sustancia,  algunos con demasiada, algunos intensos y otros exageradamente simples.

Escribo cada día desahogando mi cabeza, cada día escribo cosas que podría decirte, quizás... probablemente me dirías que no son necesarias o que no es el deber ser. Me enfoqué tanto tiempo en lo que querías, me he enfocado tanto en intentar hacer lo que querías que quizás en este momento lo he logrado. Estos días he estado muy tranquila aunque en estos días me embriagué con tu aliento, no me estoy desesperando como solía, porque me desahogo. Porque entendí de una vez que lo que quieres a mi también me hace bien, quizás tenga insomnios llenos de deseos, pero no me quejo. Mi mente es así,  mi mente es ese gran agujero de pensamientos que poco para y sé que no creo volver a conciliar sueño como solía hacerlo hace meses, pero no importa. No me siento mal al respecto y creo que eso es algo bueno. Incluso si apareciese alguien, que realmente lo dudo, hay cosas de mi que ya no son, ni pueden ser de nadie más.

Quizás me tomó mucho más que a ti arreglarme, quizás para ti es demasiado tarde, no lo sé. Quizás tú tampoco lo sabes, quizás ni siquiera debería pensar en eso. Realmente no debo, porque no soy dueña del futuro y tampoco soy dueña de todos tus deseos como soy de los míos. Sólo sé que mi corazón se sigue acelerando, sólo sé que aún sonrío como la primera vez y probablemente te tengo más presente que nunca en mi ser.

Quizás sea suficiente, Nicolás.  Quizás,  quizás y más quizás.
Leo eso último que escribiste y se me remueven las entrañas porque no sé que significa, no sé ya si sólo soy un pequeño apartado de tu vida, no sé si soy tú pasado.

Lo único que sé es que esto que siento no se va, que esto que me mueve las entrañas,  que me hace sonreír, que me hace imaginar es tu representación en mi vida.

Sólo sé que como prometí,  de nuevo, respeto tus silencios y me mantengo al margen hasta que a veces vengas y me des la dicha de tus palabras unos minutos o unas horas. De lo contrario sólo me quedan estas ganas de darte felicidad.
3:30 am.

Me rindo, no hay manera de que vuelva a dormir, por fin escampó. Iré a fumarme las ganas y luego a jugar algún video juego hasta que sea de día y me consuma otra vez.
Debo distraerme mucho, pero la lluvia no me deja ir ni si quiera por un cigarrillo para calmar mi alborotado pensamiento.

Hace frío y mi cama sigue sola, pareciera que nunca dejará de estarlo.
Esta intermitencia al dormir me va a matar un día. Ahora el sueño simplemente no llega.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Te conviertes en un vicio que no quiero dejar, pero prometí respetar tus silencios y no puedo hacer más que revivir el momento hasta que me consuma.
Cada vez que cierro los ojos me traslado a ese momento.

Ese momento perfecto, ese momento palpitante en mi pecho, en mi alma.

Mi cuerpo entero vibra y se calienta como un sol cada vez que recuerdo ese momento en que parecía haber terminado y volviste a embestir con más fuerza, destruyendome.

Mi alma se llena recordando cómo compartía tú mañana, como te miraba dormir, como por fin acariciaba tu brazo, sentía tu olor.

Tan abrupto como un disparo terminó, pero nunca me canso de que aprietes el gatillo.
Mejor fui por una ducha, necesitaba bajar los humos y despejar aunque sea un poco mi mente.

Gracias. Gracias por darme lo que anhelaba y un poco más. Me encantaría vivir abrazada en tu regazo.

Extraño dormir a tu lado, pero mañana cuando el alcohol se pase completamente quizás sea como que no ha sucedido nada y debo esperar otra vez cada noche a ver si apareces en mi privado. A ver si te regalo más sonrisas.
Devuelta a la triste realidad.
Mi cuerpo tiembla, mi mente levita,  mi corazón no me cabe en el pecho.

Te amo.
Estoy sola en la cama. Te espero mirando el techo, escucho la llovizna. Todo se siente un poco frío si no estás lo suficientemente cerca. Ya quiero que estés de vuelta y volar por el universo nuestro mientras bailamos. Ya quiero abrazarte de nuevo.
Me encantaría darte un pequeño masaje en tu cabeza para que alivie el dolor, ver poco a poco como te duermes y sonreír.

La sonrisa no me cabe en el rostro. Lindo manera de comenzar el día.
La piel se me quiere salir, el corazón no para de saltar. Mis dientes viven diciendole hola a la mañana con mi sonrisa.

Qué ternura me genera hablar contigo así. Recuerdo tantas cosas.
Te veo. Mientras duermes al menos te veo.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Me pregunto qué harás,  debes estar caminando por la calle o en un bar con una cerveza, quizás sólo en casa de algún amigo conversando.

Recuerdo esas veces que llegabas a casa muy ebria, que fuego me generaba por dentro saber que estabas más fiera que nunca, pero totalmente consciente me ordenaste no aceptar tus peticiones. Tenía que negarme contra mi propia voluntad de tu fuerza de innata. Cuánto lo aborrecía, cuanto moría por sentir como me volvías polvo.

Tengo sueño, pero esta noche probablemente no podré dormir bien.
Despierto a las 6:40am.

Estoy cansada, me arde un poco la garganta.

Vienes a mi mente a los segundos de abrir los ojos y suspiro sonriendo un poco.

Seguro estarás dormida, seguro tendrás una paz en tu ser que no sueles tener cuando estás despierta.

Quizás algún día pueda darte paz otra vez. Recuerdo que sueles tener pesadillas, espero que hayan disminuido. Espero que no te atormenten cada noche, porque no me puedo perdonar aún que durante tanto tiempo duermas sin mi a tu lado para proteger tus sueños.

Me encantaría abrazarte, abrazarte es uno de mis deseos más anhelados en este momento.

Creo que dormiré otro rato, porque me hundo en tu perspectiva. Una perspectiva ilusoria que quizás se quede sólo en ilusión.

Aún me pregunto si iría a buscarme al aeropuerto.
Aguantarme de decirte tantas cosas.

Quisiera decirte que te amo, que te extraño, que extraño no tener un vacío en mi cama, extraño transmitirte todas mis alegrías y hacerte sonreír así sea a medias.

Es extraño, porque te amo. Te amo tanto que mi alma está inflada como un globo de helio y vuelva y vuela.

Es extraño, le contaba a mi mejor amigo, es extraño, hace dos semanas me dolía mucho amarte, hoy te amo y mi boca sonríe, me estresa que te vayas tan abruptamente, pero aún así, te amo.

Toco mi cuatro, hinchada y feliz porque el sentimiento que albergo me inunda, me llena, me seduce, me apasiona.

Quisiera mostrarte como el viento pega en mi cara, como me seduce a irme a dormir porque no tiene sentido estar despierta si ya hiciste por fin tu pequeño acto de presencia en cada una de mis entrañas.

Ya no tengo más razones para seguir despierta esta noche, hoy puedo dormir en calma escuchando a Stephen Fry mientras mi alma vuela intentando llegar a tus sueños y rozar tu alma con anhelo.

Te amo.

viernes, 1 de diciembre de 2017

1/12/2017

Me levanto a las 2:20 am.
Sudorosa y estresada por los mosquitos,  me levanto, veo el celular e inmediatamente me espabilo.

¿Saben esos momentos en que odias haberte dormido porque pasa de todo?

Mi mejor amiga necesitandome más que nunca, yo intentando darle todo mi apoyo tardío, me dice que se va a dormir, que se siente muy mal.  Tengo sentimientos encontrados con su situación actual, intento no sonar tan animada.

Luego ella se va. Pensaba cerrar el chat, que se mantuvo abierto toda la noche. Sin embargo no esperaba encontrarme un privado, ya que no me aparecía la notificación.

Mi canción favorita de un dj que probablemente se ha convertido en uno de mis favoritos escribe mi nick. Al primer segundo noté muy conocico el nick,  luego en mi cabeza casi se ven los engranajes y mi cerebro hace click.

Hola, DarkNoise. Lamento no haberte respondido,  estoy en casa de mi mejor amigo y su cama es una perdición.

Quisiera haberte dicho de no ser porque ya no estabas.

Dormir es para tontos, Nicolás.