Intento bajo todos los medios no pensarlo, no asimilar nada. A veces es un poco triste que sólo me busques cuando estás muy aburrida. A veces quisiera compartir contigo simplemente como una buena amistad, reír y hablar tonterías sin sentido, pero no sucede.
No podemos, la verdad es difícil. Todos los besos que te he dado en tus brazos y tus mejillas, son todos esos besos ahogados, silenciados que me muero por darte en la boca.
¿Qué hago, Nicolás? No me queda más que hundirme en mis libros y tratar de no pensarla.
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