Esta noche desperté con la sangre tomando carreras enormes por mis venas. Siento que cada partícula está compitiendo con otra por ser la primera, mi corazón se satura tanto que tiene que ir muy rápido.

Creo que soñé algo, algo hermoso. Quizás un deseo. Mis brazos no paran de temblar como las cuerdas de mi instrumento que acabo de perder en una gran torpeza de la cual probablemente me castigarías si te describiera.

Una noche llena de estrellas, mi cuerpo sigue vibrando, siento que podría llegar al climax sólo pensando. No sé que sucede, pero tiemblo, tiemblo como la tierra cada mañana,  me siento viva como dentro del corazón de un árbol.

Estoy viva, me encantaría gritarlo en tu oído y abrazarte hasta romperte el concreto.

Estoy viva.