Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Siempre tienes ese efecto que me enamora, esas palabras que sacan mi determinación de la nada. "Quédate con los mejores momentos y las mejores sonrisas", así me dijo mi hermana y ahora, aunque ligeramente, sonrío, entiendo y me hce bien entenderlo. Trabajar me hace bien, hoy rendí lo que nunca había rendido en mi trabajo y qué bien le sienta a mi alma y a mi cuerpo estar cansada por mis logros. Me siento sin camisa en la ventana, veo el cielo estrellado, despejado y con la luna en mi cara. Qué bien me hace el frescor de la noche, quiero dormir por primera vez quiero hacerlo, pero aún no.
Mis problemas consisten en el miedo, siempre es miedo. Es hora de sacarlo, es hora de dejarme relucir la determinación que siempre he tenido y que siempre me freno.
Hoy me quedé en el apartamento donde está mi taller. Una cosa preciosa, duermo en una cama matrimonial de ensueño,  te veo en una cama así a mi lado, durmiendo con una paz indiscutible, me imagino acariciando tu rostro con un cuidado enorme para provocarte un sueño más profundo, más tranquilo.
Dormiría feliz en esta cama tu lado,  me pregunto si te gustaría,  es muy bonita y cálida.
Estarías feliz en ella, es tan perfecta que te protegería de pesadillas cada noche, cada amanecer.
Estás cansada, algún día vendrás en una ilusión,  esté o no esté yo y te encantará descansar aquí. Qué cómoda es.
Duele todo pero, si de otra cosa estoy segura es que esta cálida,  blanca, grande y hermosa cama está hecha para satisfacer tus sueños.

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