Veinticuatro son las horas que vivo pensándote,
Esperando el momento exacto para hablarte,
Imaginando una vida dónde nuestras atmosfera se una.
Qué vida.

Qué vida la mía esperando por tus palabras,
Ciento once aquel día, que en tu mirada encontré salida.
Si el cielo se hizo para proteger todo lo terrenal,
¿Por qué no decir que hay unión incluso hasta para la distancia?

Haha, que recuerdo aquel en el que todo era una dejadez
Donde cada segundo me parecía inoportuno y sin vida,
Donde tu mirada no repartía luz, ni energía
¿Qué fue de mi vida antes de que llegaras?

Los cielos desolados de este mar de sentimientos
Dijeron sin previo aviso que la felicidad venía en camino.
Allá esta tierra, soporte, gravedad. Gritaba mi mirada
Allá estas tú.

Vaya locura, pues fui tu bastón, tu soporte por algunos ratos
No me molestó tenlo por seguro, me encantó de hecho te lo juro
Podría decir con seguridad, que 24 horas eran las que yo esperaba por ti.
De repente 24 te volviste.


Hahaha, si mi número de la suerte, ¿Quién lo supiese?
24 te llamaba, 24 por ti juraba amor hasta que ya no hubiese respiración.
Sofocándome de tu número me vacié de todo dolor.
Implicó decisiones duras, también difíciles ataduras.

Pasaron las respiraciones, pasaron los pasos de tus cuentos y tus brazos
Y con el tiempo a tu lado pasaste sin tocar siquiera el timbre.
¡Que atrevida! Hahaha no puedo decir que al principio no me molesto.
Porque así lo fue, pero el tiempo ya pasó.

Miedo era todo lo que yo pensaba, desconocido era quien me hablaba al oído
Que locura tan absurda, mejor seguir sin mirar, ni fingir
Simplemente no estás, ¿Para qué irse a preocupar?
Que mentira.

Me mentí vilmente, te saqué de mi mente,
Pero sólo de ahí, todo mi ser siempre pensó en ti.
Tu aroma de letras, era quien iluminaba mi cerca
Tus sonrisas perfectas, fueron siempre quienes iluminaban mis puertas.

Si de algo estoy segura, es que mi amor por ti no tiene cura
Que la vida me ha dado las mejores cosas, pero tu eres eso y más
Si la torre Eiffel fue mi meta cuando tenía 3, hoy
La torre de tu amor y de tu orgullo quiero llegar a ser.

Si de algo estoy segura, es de que la cremallera de esta armadura
Me la quitara tu locura.
Que si algo tiene sentido en esta pequeña galaxia abandonada
Es la existencia de ti y de tu alma.

Que esta galaxia desolada no será más que la corte de esta síntesis
La síntesis de un veinticuatro que termina en ciento once.
Una locura que tiene nombre, un amor que tiene horizonte.
Un corazón que sin motivo ni razón, galopa desbordado hacia tu razón.

Yo te amo más, porque simplemente en ti no dejo de pensar
Porque hablar de ti me llena los cimientos
Porque pensar en ti se vuelve mi única felicidad y mi único sufrimiento
Porque si de mí dependiera, con una ola de felicidad te llenaría
Porque toda tú historias es la inmortalidad de mi felicidad
Porque cada uno de tus ‘hola’ se escribe en mi memoria  con tinta china y escalpelo de goma
Porque te volviste indispensable para mí, sencillamente sin ti no hay razón para seguir.