Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

jueves, 18 de enero de 2018

Mi estómago se revuelve.

La boca amarga, la garganta en sismos. ¿Por qué todo lo que hago está mal?

Me cansa sentir que estoy caminando y de repente me explotan contra el piso para luego ni siquiera explicarme por qué, está todo mal pero es tu vida.

Ahg, no provoca hacer una mierda, una mierda.

Ni siquiera entiende que es importante para mi que me diga esas cosas, es realmente importante, pero no comprende que a veces puedo no entender, porque a veces no me entiendo ni yo misma, tiene la posibilidad de explicarme y no lo hace, se lo pido y no lo hace, entonces ¿Para qué?

Para qué bombearme contra suelo si ningún objetivo más que el de perderme otra vez cuando ya estaba focalizada.

Hacer de cuenta que nada pasó mientras yo me destruyo pensando que mierda estoy haciendo mal.

Tengo ganas de patear, de gritar. Dios.

No entiendo una mierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario