Llevo algunos dias queriendo escribirte. No sé por qué.

Estoy un poco preocupada pero me detengo y tampoco se por qué.

Creo que mi cuerpo está en negación. Creo que no quiere volver a sentir atracción.

Es posible,  aunque siempre la siento, contigo siempre, pero mi cabeza se ha embotado de tanto trabajo que hasta ahora la única con quien realmente he sentido ligereza al conversar es contigo.

Quiero saber más de ti, pero sin detalles, los detalles me abruman tanto.

No me siento lista para tus detalles.

Quiero cosas y no quiero nada. Odio esta encrucijada