Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

jueves, 19 de octubre de 2017

Recuerdos vivos.

Hace algunos años mi vida se basaba en la música de protesta, las lecturas marxistas y el intercambio constante de pensamientos y de explicaciones.

Lo que más me quedó grabado en la piel, el pecho y los tímpanos, fueron las guitarras y versos de Día Sexto aclamando a un Chávez en invierno, que aunque no aclamara por alguna razón estaba emocionada totalmente escuchando.

Este Día Sexto que me llevó a apreciar otra vez una música distinta, música que jamás pensé encontraría, música que cambió mi ideología, mis locuras, mis miedos, mis hobbies, mis asentimientos.

Me pregunto ahora, cómo semejante revolución que cambió mi vida entera, desapareció. Gracias a la persona que introdujo Día Sexto en mi vida, hoy soy alguien mejor, alguien consciente, alguien que no vive en esa burbuja de problemas suyos unicamente, alguien que sabe que cada día en cada país de cada continente, miles de personas están sufriendo las mayores atrocidades que ni siquiera puedo imaginar y aunque no pueda hacer nada al respecto, no estoy ignorante, pienso en ello, aunque la mayoría lo considere inútil, esa gente que está inexistente sólo espera existir para alguien de una manera menos mutilada e imperfecta y aunque no lo sepan, para mi existen.

Recuerdo mis esfuerzos por aprenderme cada frase, cada estrofa, cada párrafo lleno de amor, de locura, de pasión, de dolor, de furia. La música que lleno mis pensamientos fue Día Sexto y hoy decidí presentar la canción que me llenó hace tanto y que hoy escuché y casi lloré recordando.. Recordando mis años de casi activista y mis meses a tu lado.

Porque eres ese libro que no quiero que nunca se acabe.


Después de ti no hay otra aunque me folle por despecho alguna idiota.


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