Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

martes, 19 de noviembre de 2019

Confesiones.

Siempre dije que lo que más extrañaría del valle era la brisa.
Aún estoy esperando sentir que lo extraño, pero no ocurre.

Eres esa tierra con la que me identifico, que secretamente amo pero que he dejado ir y mi cuerpo lo agradeció.

He encontrado al amor de mi vida en un laberinto de cemento, entre sube y bajas de ascensores, atardeceres indescriptibles, amaneceres gélidos, olores de bencina y árboles de guanábana.

Te he encontrado susurrándome entre cantos de pájaros, caricias de brisas y saltos apasionados.

Azúl, blanco y rojo, te has convertido en el tricolor de mi corazón, a veces me hacen sentir traicionera, porque te amo a ti, te amo más de lo que amo a las montañas que me vieron nacer. Te amo tanto que escucho tu trayectoria en jergas de tus favoritas y mi corazón se acelera cada vez que escucho tu nombre.

Porque tu gente lucha como si te llevara tatuado en el corazón y fueras las bifurcaciones de su cerebro, como si cada tramo de piel fuesen tus glaciares, tus árboles y tus montañas.

Porque tu gente te ama y es tanto el amor que me están haciendo amarte más que a mi propia existencia, porque aunque me ahogaras en el magma de tu furia, moriría contigo y no con otro.

Mi Chile querido.

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