Alma de filósofa, mente de escritora, pensamientos de poeta y un destino plasmado en letras.

sábado, 20 de mayo de 2017

Cadenas

Es increíble como fácilmente dejo de ser esa persona que tiene las riendas de su vida, sus metas y su caracter primero que todo, cada vez que apareces en son de salvajismo desenfrenado, por un momento me pierdo y dejo de ser yo para convertirme en ese ser sumiso y obediente que necesita incluso para respirar de ti, es como si llegaras de un momento a otro y tuvieses voz y voto respecto a cómo puedo actuar o qué debo ser, como si fuese papel y tu el bolígrafo que pretende escribirme y hacer de mi lo que desees.
Me destruyes y me vuelves a armar con tanta tranquilidad que no logro entender cómo es que me tienes entera, que no has perdido una pieza. Es extraño, pero eres todo lo que necesito y sin ti ese papel no es nada más que un papel.
Me envuelves en ese momento salvaje, a veces ni siquiera siento que estamos en un lugar civilizado, siento que es una selva sin árboles y que usas todo a tu paso por destruirme. No hay vida, más allá de ti y de mi en esos instantes y sólo intento mantener mis pedazos lo más cerca que puedo y lo menos doloroso posible para aliviarme cuando decidas armarme.
Pero.. ¿Por qué te dejo desarmarme? Porque lo necesito, necesito no ser yo por momentos y ser mi otro yo, oculto y oscuro en el que soy irresponsable, en el que nada importante está en mis manos más que darte todo lo que quieras y como quieras.
Es una red intrincada de poses, respiraciones, sudor y calor. Y qué es más simplista que eso, eres mi simpleza y extrañamente eres mi todo, no puedo entender como la vida te puso en mi camino y no pienso entenderlo, porque es mucho más peso que no necesito, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, en mis entrañas, no puedo imaginar una vida con otra persona, quizás en un futuro sea más complejo que ahora, sí. ¿Y? Siento que podría nadar un océano por ti, aunque la verdad es que no sé nadar, quizás exagero. Tal vez remar sería un poco más realista.
Definitivamente eres mi realismo y me atas de todas las maneras posibles sin dejar ni mis ojos a la deriva, eres un montón de cadenas muy pesadas sobre mi en movimiento constante y a la vez eres puro aire suavizando mis pulmones.

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