Me siento extraña. Ahogada en blanco. Intento no pensar en un futuro pero mi mente divaga sintiendo como un eslabón tan importante de la complicidad se parte y de nuevo me siento sola.
En algún vacío extraño con una mujer a la que admiro y quiero inmensamente, pero de repente pienso en ti y me doy cuenta que nuestros eslabones de complicidad nunca se rompieron, que tal vez todo lo demás se hizo frágil y complejo, pero la complicidad sigue allí, como niño esperando juguete nuevo en Diciembre.
A ti te quiero y quiero vivirte, pero necesito este momento para respirar y ser yo, entender por qué me afecta tanto y expresar en este rincón lo que no puedo expresarte ni siquiera al teléfono.
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