No pude evitarlo, era una sensación que me halaba, como una cuerda amarrada a mi alma.
Me siento entregada, me siento hecha canción y locura, me siento hecha agua y hielo y piedra y tierra.
Me siento magna cayendo por tu piel y mis poros se hacen canción con tu mirada. Mi vida está llena de altibajos, de cosas raras, de tomares y dares y me tienes y me sueltas y me llevas y me traes.
Como un bosque tupido buscas de tumbarme a tu vera entre ramas y vida, verde, luminosa y cálida.
Me hago agua y fuego y tierra y aire, me hago todo y nada, cuando escucho tu risa, tu respirar y tus sueños más vivos.
Ser paciente no es mi mayor virtud, no lo es, pero deseo que mi paciencia se vuelva mar y universo cuando se trate de ti, espero no traicionarme a mi misma, espero sacarte sonrisas y brillo en tus ojos, cada noche y cada mañana.